Para mantenernos saludables, bellos o ahorrar tiempo utilizamos una serie de productos que nos dan los cuidados y atenciones que necesitamos. Sin embargo, estos productos tienen el potencial de ocasionar envenenamiento si se utilizan de manera incorrecta ya sea por descuido o accidente. Lamentablemente la mayoría de las víctimas son niños, especialmente los infantes.
Las medicinas, ya sean antibióticos, tranquilizantes o de uso externo, son potencialmente venenosos. Asimismo los productos de belleza, limpieza, control de plagas y para el mantenimiento del automóvil también son tóxicos para los infantes.
En caso de envenenamiento debes conservar la calma e inmediatamente llamar a tu médico, hospital o centro de control de envenenamiento. No debes inducir al vómito como primera ayuda si el envenenamiento se produce por productos de limpieza, pintura, pulidores, gasolina y destilados de petróleo, o ácidos y alcalinos. Por otro lado, si se trata de plantas, veneno para ratas o insectos, alimentos, medicinas o cosméticos debes inducir al vómito. Ingerir jarabe de ipecacuana puede ayudar a inducir al vómito más fácilmente. Además si se trata de plantas, veneno, alimentos, medicinas o cosméticos debe beber mucha agua y en el caso de ácidos y alcalinos, y de gasolina también se recomienda beber leche.
Si el envenenamiento trata de contacto en los ojos rocía con mucha agua, si es contacto en la piel quítese la ropa afectada y lávate con agua y jabón, y si es por inhalación dirígete a un área ventilada para recibir respiración boca a boca.
De igual forma, para evitar envenenamiento lee las etiquetas de las medicinas y los productos y sigue las instrucciones. Mantén los medicamentos en su envase original y descarta las medicinas sin rotular o expiradas. Los detergentes u otros productos venenosos no pueden ser dejados al alcance de los niños y tampoco uses medicamentos frente a ellos, pues pueden querer imitarte. Recuerda separar las medicinas y los productos peligrosos de los alimentos.